Presentación:
El voluntariado en su versión de organización social “contemporánea”, tiene un arraigado antecedente en las prácticas cooperativas comunitarias de los pueblos ancestrales. En Venezuela, como país pluricultural, estas practicas son numerosas y diversas, en ellas converge esa esencia ancestral colaborativa, aun en medio de significativas diferencias, inequidades y dificultades. Por eso lo común es escuchar decir a cualquiera que visita este territorio, cuando llega y conoce a su gente dentro de sus comunidades: ¡” los venezolanos son amables y solidarios!”
Mantener este sentido ancestral colaborativo en los últimos años, no ha sido nada fácil, y que siga vigente, no es poca cosa, ya que desde que Barack Obama, en ese entonces Presidente de los Estados Unidos de América, el 8 de marzo de 2015 emitiera una orden ejecutiva que declara a Venezuela "una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y la política exterior de EE. UU” se desató y agravó una crisis económica y humanitaria como jamás había conocido este país.
Esta crisis fomenta una ruptura del tejido familiar y social, se estima, aunque no existen cifras del todo fidedignas, que hoy día más de 7 millones de venezolanos son migrantes, muchos se desplazaron forzadamente, incluso caminando, por vías y senderos extensos, inhóspitos, plagados de peligros, para buscar nuevas formas de sobrevivencia en diversos países. De pronto para amplios sectores de la sociedad sostener la vida con tranquilidad y dignidad se tornó muy cuesta arriba.
Esta crisis fue un desplome de la capacidad de respuesta del Estado y del Movimiento social para brindar atención efectiva a la ciudadanía en importantes ámbitos: 1. Alimentación, 2. Salud y 3. Educación 4. Desplazamiento Forzado- La precarización de la existencia material y la desesperanza afectó, no sólo a la llamada clase “obrera y pobre”, sino también a amplios sectores de la denominada clase media, dedicada a las áreas de servicios y más aún a los trabajadores de la administración pública. Una de las principales consecuencias fue el debilitamiento de las Universidades.
Frente a este escenario, emergió una fuerza creativa y social también muy importante que orientó significativos esfuerzos creativos para afrontar el agravamiento de la crisis de la salud pública venezolana que trajo consigo en marzo del 2.020 la pandemia del Covid 19, en ese momento, se multiplicaron iniciativas, proyectos y organizaciones que dieron aliento y respuesta, a las múltiples necesidades, algunas de ellas sostenidas con mucha mística, por grupos de voluntarios. Tal es el caso de Cirandas del Sur, la cual consiguió unirse a la Rede Unida, una plataforma sólida y solidaria para consolidar lo que tan espontaneamente habia comenzado.
Descripción de la Experiencia .
Entre los voluntariados que cobraron vida en Venezuela, en esos años de crisis, destacaremos aquí la iniciativa de un grupo de investigadores, creadores, profesoras del Posgrado de Arte y Salud de la Universidad Nacional Experimental de las Artes UNEARTE, quienes decidieron incentivar la organización de Encuentros de Cirandas del Sur, para dar aliento mutuo, y compartir saberes y estrategias de afrontamiento en salud mental colectiva; con el objetivo de ofrecer alternativas de reexistencia de los y las venezolanas dentro y fuera de su territorio, utilizando la potencia transformadora de las artes del movimiento.
En ese contexto de Pandemia y convencidos de la urgencia de que la sociedad toda necesitaba implementar procesos de participación, no únicamente con estrategias de "bioseguridad sanitaria" con jornadas masivas de vacunación, sino también con acciones creativas e innovadoras de apoyo y contención psicoemocional. Cirandas del Sur organizó desde Venezuela, casi sin servicio electrico, ni internet, tres Ciclos de encuentros con más de 80 facilitadores de 12 países, inspirados en la experiencia comunitaria de Ciranda da Cultura del Brasil
Ahora bien, los mismos artistas y universitarios que convocaron estas estrategias de Artes y Salud mental en Venezuela, son a su vez profesionales que transitan una fuerte precarización de las condiciones de vida, ya que sus ingresos no permitían pagar el servicio de internet, e hicieron un llamado a colaborar a profesionales y colegas de Latinoamérica y España.
En 2020, nació así este hermoso voluntariado creativo Cirandas del Sur, que ha permitido organizar encuentros diversos, articulando profesionales de distintos campos de conocimiento, lo cual incrementó la participación social con un creciente empoderamiento comunitario y académico. Lo que se gestó de un impulso “sobreviviente” en Venezuela, es hoy un voluntariado emergente e insurgente en Artes y Salud Colectiva donde participan organizaciones y universidades de Brasil, Italia, España, Costa Rica, Argentina, Venezuela, entre otros, y desde el año 2021 forman parte de la Rede Unida Internacional.
Las Cirandas del Sur, con estrategias de Artes, Educación y Salud, de manera gratuita y accesible tiene impacto y reconocimiento en diversos países a través de los distintos espacios y encuentros que organizan, de manera presencial o a través de la educación virtual. Un resultado que valoramos mucho, son las Cirandas del Isena en Venezuela.
Resultados:
Trabajo voluntario, Artes, Salud y oncología
La crisis venezolana, en el campo de la salud refleja hoy altos indicadores de patologías psicológicas y oncológicas y por eso en el hogar de una de las fundadoras de las Cirandas del Sur, en 2018, se sufrió la muerte por efectos del cáncer de dos familiares en un mismo día. Estas dificultades, se relacionan con débiles mecanismos de afrontamiento a las adversidades por el padecimiento subjetivo que acarrea el rompimiento del tejido social y la crisis humanitaria que se agudizó antes de la pandemia.
Esto sirvió de motivo para que en 2023, se comenzara a apoyar otro frente de este voluntariado que sin recursos económicos, pero con una voluntad férrea, impulsó la organización del grupo de Cirandas del ISENA (Instituto de Senología del Estado Aragua). Es un centro público de salud de la Ciudad de Maracay dedicado al tratamiento del Cáncer de mama.
"Las Cirandas del ISENA" han fortalecido la esperanza, alegría y herramientas para la contención y el apoyo mutuo a través de sus encuentros creativos. Son un grupo de mujeres afectadas por esta enfermedad, que acuden en busca de atención y cuidado humano. Y que ahora desde el apoyo mutuo recuerdan una canción popular venezolana, “La Matica”, expresión que significa “árbol”. Y que dice en una estrofa: “No temo peligro, no temo fracaso/ tengo una estrella que alumbra mis pasos/ Yo tengo mi estrella que alumbra mis pasos/ Nosotros vivimos bajo e' la matica/ verano con ella y ella verdecita”. El trabajo del voluntariado orgánico, y persistente de las Cirandas del Sur en conjunto con la Rede Unida, es quizás esa matica, donde el pueblo doliente se resguarda del sol inclemente o la lluvia implacable, y las Cirandas del ISENA sean estrellas que alumbran los pasos para seguir cirandeando la vida.
Consideraciones Finales:
La Rede Unida Internacional y sus Cirandas del Sur, hacemos posible persistan los haceres de las comunidades ancestrales y contemporáneas con sus saberes populares y los procesos creadores en salud para sobrellevar la vida y también para transformar realidades, desde la potencia humanizadora de las artes y la educación emancipadora incentivamos el apoyo mutuo, la solidaridad y la colaboración, que se encarna en esa misma fuerza creadora que tiende puentes colectivos a lo largo y ancho de América Latina, el Caribe y el Sur Global. Esperanza Viva en Acción.